Búsqueda

Secciones

Enlaces

Apuntes

Apuntes y comentarios del Padre Tiscareño

¿Para  qué es la entronización?, ¿para qué  y porqué?

El viernes 23 de junio de el año 2006, solemnidad del sagrado corazón de Jesus, en el histórico y significativo monumento nacional a Cristo Rey del cerro del cubilete, Guanajuato. Se realizo algo insólito e inesperado por el tiempo en que se dio, por la forma en que se hizo y por el lugar en que se realizo. En efecto estando presente el pueblo de México  representando a los deferentes estados  de la República, en unión con sus pastores, representados por la alta jerarquía precedida por el presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) el Excelentísimo Sr. Arzobispo de Leon, Gto.  José G. Martín Rábago; su secretario general d el la misma CEM: Carlos Aguilar Retes arzobispo de Texcoco  y el Sr. Obispo Rogelio Esquivel Medina, obispo auxiliar de la arquidiócesis de México y presidente del comité organizador de la visita de las reliquias de Santa Margarita María Alacoque, que providencialmente y por primera vez acogíamos en México, provocando milagros portentosos de conversión y sanación  a la ves que despertó la esperanza  y devoción a este culto  tan tradicional, que unido con Santa María de Guadalupe madre y niña de México, marco en tiempos difíciles de nuestra historia la era de los mártires de nuestra patria y pueblo católico.

En ese año 2006 trascendental para nuestra nación, olvidada y lastimada en todos los ámbitos, sobretodo en el social, político y económico; se presento a semejanza de la última consagración en el año de 1924; la renovación de la consagración de todo México al Sagrado Corazón de Cristo Rey y al Inmaculado de Santa María de Guadalupe Reyna y Emperatriz de México y de todo el Continente Americano como oficialmente lo declaro Juan Pablo II en su última visita a nuestra patria.

La formula de consagración basada en la antigua añadía un párrafo significativo y sobresaliente por la relación que guarda con Juan Pablo II y la iniciativa pastoral en vista al congreso internacional  de la familia. Textualmente el párrafo de la consagración que se hizo en todo México dice así:

«México siempre fiel, desea volver a entronizar tu Corazón en todos los hogares e implantarlo en la sociedad, para rendirte el homenaje que mereces como  Rey  y Señor del Universo.»

El deseo de volver a entronizar las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen de Guadalupe en los hogares puede y debe hacerse realidad porque  los tiempos que vivimos lo exigen y ameritan. Los sublimes íconos, testigos  mudos, de gracias y bendiciones a través de la historia de la humanidad demuestran que por su origen sobrenatural, me refiero a los lienzos del Ayate Guadalupano y de la Sabana Santa tienen una misión que cumplir como dones de Dios para toda la Iglesia y la humanidad.

La forma mas efectiva  para que su misterio a presencia en dichas imágenes realicen su cometido; es retomando en serio las palabras del evangelio sobre su reinado.

La entronización constituye una excelente iniciación de vida, es el inicio de un programa por la familia, en familia y para la familia y de ahí de vida cristiana en familia es  la traducción  del evangelio en clave de familia.

Hoy mas que nunca interpretar los signos de los tiempos se hace cada ves mas urgente para encontrar el apostolado más efectivo e idóneo y creemos que la prioridad de la problemática actual y mundial parte de la familia y la solución a dicha problemática también saldrá de la familia cristianizada y santificada como protagonista principal en la construcción de la futura civilización del Amor.

Estamos seguros de que la entronización entra muy bien en l a nueva evangelización porque lleva todas las condiciones para una eficaz evangelización para nuestros días.

La Fe en Dios

Durante más de cinco siglos, la Fe en Dios ha animado la vida y cultura de nuestra nación mexicana extendiéndose a todo un continente, declarado por Juan Pablo II como el Continente de la Esperanza.

Todo un proceso evangelizador asociado a la presencia misteriosa de Santa María de Guadalupe en el caminar de nuestra historia, han ido forjando todo un proyecto pastoral para nuestros tiempos actuales que exigen de nuestra parte una especial atención.

Guadalupe es un don de Dios para toda la humanidad, su imagen milagrosa encierra celosamente un proyecto sanador y liberador para nuestra patria, nuestro continente y todo el universo es Ella con su mensaje maternal y su misteriosa presencia en su preciosa imagen, la portadora y Trono del Rey de reyes y Señor de señores, Jesus vivo y verdadero que sigue comunicándonos su ardiente deseo revelado a Santa Margarita María Alacoque y a Santa Faustina:

«Quiero reinar….reinaré, lo prometo al pesar de todos mis enemigos. «Estos serán puestos a los estrados de sus pies.

María de Guadalupe en su imagen bendita, icono sobrenatural, guarda la forma de una esplendorosa custodia, radiante y rodeada de los rayos  del sol de justicia custodiando  a aquel que viene clamando: ¡Abran las puertas al redentor, no  tengan miedo, que va a entrar el Rey de la Gloria! Y ¿Quién es el Rey de la Gloria? Jesucristo es el Rey de la Gloria que viene a cumplir el deseo  de Santa María de Guadalupe para México y todo el mundo:…Mucho quiero ardo en deseos que aquí (en nuestros corazones) tengan la bondad de construirme mi templecito (familia, iglesia domestica) para allí mostrarles a ustedes, engrandecerlo, entregárselo a El a El que es todo mi amor…. Y salvación. (Nican Mopohua #25-28)

Cada familia a semejanza de María debe constituirse en Trono (entronización) para que jesus Rey de Amor tome posesión lo que por derecho  de su Encarnación y Redención le corresponde, El es el dueño absoluto de las familias.

La entronización parte de María como don de Dios para todo el mundo.

En efecto es Dios mismo quien preparo en su hija predilecta, trono de  la sabiduría, a su propio Hijo Jesucristo Rey de reyes y Señor de señores para que entrara triunfante y glorioso a la humanidad, su templo ato por medio de su preciosa madre y Reyna en el misterio de la encarnación y redención. Es Jesucristo pues la sabiduría encarnada según San Luis Ma. Gringnon de Monfort el que irrumpe en el  universo como Don inigualable para la humanidad en María, con María, por María y para María y de Ella, Trono de Sabiduría y casa del cielo, nos anuncia que hagamos sus hijos, lo que El, Cristo Rey, nos diga, mismo preparar una morada digna a semejanza del arac de la alianza, en casa ha llegado su hora, por el deseo ardiente e insistente de su madre misericordiosa que realice el milagro de Amor, como en las bodas de Caná, convirtiendo al mundo (agua simple) en exquisito vino (su reino de Amor, Justicia y Paz) para ser saboreado por toda la humanidad que vaga por el desierto desolador (Violencia, Guerra, Injusticia y Caos) sediento de Paz, Justicia y Amor es decir Su Reino.

Al final, mi corazón triunfara, nos lo anuncia en Fátima, como la verdadera reina y madre la que por decreto Divino pisara la cabeza  del adversario y enemigo de la humanidad, Satanás, triste espectáculo  y misterio inexplicable que ha irrumpido en nuestro mundo, como el malvado y cruel ladrón que solo viene a dividir y destruir el Reino que en sus orígenes Dios quiso establecer.

La entronización es el cumplimiento de la gran promesa de l Reino: recapitulas todas las cosas en Cristo Jesús empezando por la familia base y fundamento de la sociedad, templo santo de Dios, (iglesia doméstica) pueblo consagrado.

En efecto la entronización nos prepara con una autentica y eficaz evangelización a consagrar familia por familia, reestructurando a nuestra sociedad dividida y quebrantada en todos los ámbitos socio-políticos, económicos y culturales. ¡Es la hora de hacer realidad el reinado social del rey y Señor de señores! Que ardientemente nos lo esta solicitando a la par con su madre María Santísima de Guadalupe; mucho quiero y deseo me construyan en sus corazones mi casita sagrada (teocali) para que ahí en cada teocali familiar (habitar con mi hijo, Rey y Señor de todo lo creado, visible e invisible, en cada) iglesia domestica; les muestre lo que mi Corazón triunfante contiene: mi tesoro y perla de gran valor: Jesucristo, salvador de la humanidad que exige ya el cumplimiento de recapitular todo, absolutamente todo, como soberano absoluto; en su Sagrado Corazón  por medio del Corazón triunfador de su madre «…los Sagrados Corazones de Jesús y de María tienen designios de misericordia para la humanidad(Fátima 1917) Ellos (los SS.CC.)están siempre atentos a todo lo que les pidan. El reinado de los Sagrados Corazones, símbolo perfecto de Amor del Padre, es el cumplimiento de la buena nueva que Cristo, Rey del universo, vino a traernos».

«atraeré todo y a todos a mi  Corazón eucarístico, fuente de gracias  y colmen de toda vida cristiana para la nueva humanidad… mira que hago nuevas todas las cosas dice Jesús y ha llegado la hora de su cumplimiento, esta difícil situación actual lo esta reclamando.

Es por la entronización bien entendida, como  este ardiente deseo  de Jesús y  de María ha de realizar en todo el mundo, como la buena nueva. Ya en 1674, podríamos decir, después de haberse realizado en nuestra reina y Madre, verdadero Trono de la Sabiduría Encarnada, nos lo muestra y comparte a toda la humanidad mediante los misterios de su encarnación y redención y son por estos misterios, como los dos Jesús y María reclaman su derecho soberano y real en toda la sociedad, reestructurándolas, haciendo nuevas todas las cosas (…cielos nuevos y tierra nueva, Isaías) solamente así vendrá lo que hace mas de dos mil años hemos estado pidiendo con la oración que el mismo Cristo nos enseño: «…venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad, aquí en la tierra como ya se  hace en el cielo» Urge a esta pobre humanidad  que se esta autodestruyendo  por instigación del enemigo malo, la serpiente antigua, (esos cielos nuevos y tierra nueva) Satanás,(ven salir a la defensa, como pueblo  de dios, pequeño resto, con la vencedora que al final como lo ha anunciado triunfara por su Corazón (Amor) esto es Cristo Rey de Amor, el Emmanuel, Dios con nosotros que nos aseguro su reinado eucarístico.

La entronización como método y forma nueva inspirada y ungida  de gracias y bendiciones nos encamina infaliblemente al descubrimiento  del gran misterio, la Eucaristía, centro y culmen de toda vida cristiana que comienza y termina en la familia, santuario natural de vida  y amor, patrimonio de la humanidad instituido por el mismo Dios. En ella, la familia, donde como escuela de la Fe donde María madre de la enseñanza en el camino de nuestra existencia se constituye en escuela (Cfr. Aparecida 270)

El acontecimiento Guadalupano y su gran mensaje es el más oportuno y eficaz no solo para nuestra patria y nuestro continente americano sino para todo el mundo es un Don de Dios para toda la humanidad.

Son dos vías o medios de la evangelización los que nos propone esta revelación para su difusión:

a) Su imagen milagrosa que es única por su origen sobrenatural y por su contenido evangelizador que encierra la misteriosa imagen.

b) Su crónica histórica de la misma que maravillosamente se convierte en una inculturación del mismo Evangelio, a lo que humanamente parecía imposible por la diferencia abismal de las culturas.

El efecto milagroso de la combinación de estas dos vías constituyo  el nacimiento de un pueblo  y nación que seria la cuna de todo un continente  que con el tiempo se constituiría  en todo un continente bautizado por el gran profeta de nuestros últimos tiempos, Juan Pablo II, el Continente de la Esperanza, llamado a seguir su proceso esperanzador de extensión por los demás continentes que  presentan el mismo panorama desesperanzador como cuando  inicio ese plan piloto en el México naciente; Es pues  que el proyecto o iniciativa apostólica que estamos presentando quiere ser una modesta aportación de oportuna difusión de lo que sucedió  y esta  sucediendo en el país que será la cede  de un gran acontecimiento mundial, que atraerá  las miradas de muchos  de los pobladores de este mundo que buscan afanosamente  soluciones a la problemática mundial que estamos viviendo.

Nuestra propuesta para este evento religioso y social de tanta trascendencia quiere aportar una chispa de luz en la densa oscuridad de nuestra sociedad actual dividida y resquebrajada.

Creemos que difundiendo el mensaje Guadalupano que realizo en nuestra patria algo insólito y único  que configuró nuestra historia puede también irrumpir y configurar la historia de las demás naciones que conforman la gran familia  de Dios  que es toda la humanidad.

Como la familia es la célula y base  fundamental de nuestra sociedad, es en ella donde nuestro proyecto pone toda su atención, siguiendo el mismo  proceso de salvación que quiso Dios  realizar desde el inicio  de la creación y revelado mas claramente cuando llego la plenitud de los tiempos constituyendo el modelo de familia donde miraríamos constantemente para no perdernos. Es desde la familia Divina Padre, Hijo y Espíritu Santo donde su irradiación se extiende a la Tierra  y la humanidad plasmándose en la Sagrada Familia: San Jose, María y Jesus como modelo ideal para la realización del plan salvífico. La familia tiene una gran misión para la transformación y realización del plan de Salvación, es de ella, santificada como  se cumplirá la Voluntad de Dios.

1979

Nunca hasta Enero de 1979 en el México de estos últimos años habíamos vivido momentos tan felices como inolvidables, con la primera y consiguientes visitas del Vicario de Cristo: Juan Pablo II convirtiéndose nuestra patria en fabuloso escaparate evangelizando para todo el mundo.

La esencia cultural de México era conocida; sus contrastes socio políticos y económicos eran transmitidos por infinidad de cadenas televisivas y medios de información. Sin precedentes, nuestra nación mexicana estaba en los ojos de todo el mundo, comenzaba su fascinante evangelización electrónica de los medios de comunicación y providencialmente lo inauguraba un gran profeta de nuestros tiempos, que iniciaba su fructífera misión en un mundo que día  a día  se iba alejando más de su creador. Un gran reto apostólico arrancaba en México para todo el mundo y este gran apóstol se convertía en el personaje más importante de todo el siglo, que revolucionaria al mundo del S.XX que estaba por terminar.